tomo lo que encuentro

Cómo vivir con alguien cuando no se da cuenta de nada ... cuando todo lo da por sentado? Desayuna con las galletitas y el mascarpone que compraste. Almuerza lo que preparaste y siempre con alguna sombra de disgusto en el paladar. Merienda el cheese-cake que fuiste a comprar. Se baña con tus jabones y las toallas que lavaste. 
Nunca pregunta si necesitás ayuda para hacer algo. Jamás toma la iniciativa porque, ya sabemos, hay otro que se pre ocupa. Es cansador jugar siempre a ser el ¨otro¨. Hoy me puse a pensar e imaginaba si fuera distinto todo, qué sentiría ... o mejor dicho, que haría sin sentir nada. Sentí el poder de ignorar todo lo que no sea yo y mis apetitos. Me pensé poderosa. Invencible. Dispuesta a vivir y ser servida a capricho tendido. Tomar lo que está disponible sin pensar ni por un segundo si existe otro ser que pueda querer lo mismo. El asunto es vivir para mí. Sin compartir nada. Sólo el aire, claro ... que todavía no ha podido consumir, porque no puede.

La historia se repite ... una farsa rosada del diálogo intergeneracional

Si tuviéramos por caso explicarle este momento particular de la vida argentina a alguien que no lo conoce bien, cómo podríamos relatarlo? El encuentro de ayer con Las Juventudes Kichneristas me hizo acordar a lo que vivimos. Una reedición armada a medida, casi perfecta, de la relación del líder peronista -el verdadero-, con la juventud maravillosa. En el Luna todo era hermoso, fervoroso meeting y mucha arenga militante... mucha gente fue convencida y eso es loable. Otros fueron por ... Qué diálogo puede haber en esas condiciones, cuando no se puede hablar? Un diálogo amañado, una charla violenta, sin nada más que gritos y una relación de intercambio muy muy desigual. Los destinatarios de ese diálogo -como excluídos presentes, sin voz-, fuimos todos nosotros. Otra vez, nosotros y ellos, ellos y los otros.

disfrazados de corderos

Alguna vez te has cruzado con uno de ellos? Seguramente los habrás escuchado. Ensayan frases como: ¨las cosas me salen mal porque el fulano (el supuesto victimario) me hace tal o cual cosa ... es su culpa¨. Estos pobres corderos omiten en su relato -casi la mayor de las veces-, las propias actitudes de venganza manifiesta o velada hacia el fulano de turno. Lo que siempre identifican es un causante de males que ejerce su actividad de maldad unilateralmente hacia ellos como objetos de la aplicación del mal, los pobres corderos, siempre inermes ante el ataque. Y lo más devastador es que describen acerca del fulano sus propias actitudes mezquinas y violentas, desgastantes y bizarras. Los has visto alguna vez? Serás uno de ellos? Son peligrosos para todos, incluso atentan contra sus propios intereses y afectos y tienen esa casi discreta cualidad del egoísmo a ultranza. Su interés primordial y más sentido son ellos mismos, su propio ego lastimado por la falta de una rendición total de sus deseos.
Los has visto de cerca? Hasta despiertan nuestra solidaridad, les prestas ayuda hasta que un día de sorpresa, te encontrás frente a un monstruo desorbitado que exige que le den todo, porque se lo merecen más que cualquiera porque han soportado mucho tiempo ser víctimas. Estas víctimas de fulanos desprevenidos despliegan crueldad y despotismo alrededor y en su magnanimidad, esperan ser reconocidos cabalmente. Por las buenas o ...
Exigen todo y no dan nada, nada más que el dolor y la bronca que exudan por no haber logrado su propósito: manejar las voluntades de los otros a su antojo. Chantajistas de varias calañas se encuentran entre sus huestes, esperando a sus posibles presas. A veces ganan algo. Pero siempre es poco.

soy mi propio enemigo

Es difícil decir desde cuándo tengo tanto miedo. O por qué es que tengo miedo? Miedo, y temor también. Por cuestiones externas siento miedo. Me dan miedo las miradas de los otros, los rostros inquisitivos, las palabras como guadañas, la falta de contacto físico, los saludos que estrechan las manos y esquivan el encuentro de frente. Me da miedo el sol cuando estoy angustiada. Tengo miedo de las noticias de los diarios. Tengo miedo de la gente que camina cerca mío porque sí.Tengo miedo hoy. 
Tengo temor, temor de mí ... de mis malas reacciones, de no recordar la ayuda que me han dado, de olvidarme de mis sueños de pequeña y de la alquimia mal resuelta de la vida. 
Miedo y temor. Expectativas que no llegan a buen puerto por la cobardía de estos tiempos de tristeza, también sé que a vos también te asaltan la alegría. 

soñar que vivimos

Solos. Como en un sueño. Pensamos que vivimos y eso solo nos vuelve tediosos. Imagínense lo problemático que resulta todo. 
En este espacio dejamos algo del tedio y compensamos con algunos pensamientos que son el fruto de un tiempo de miradas agrias al mundo circundante.